Además de la dispensación y atención al cliente, la oficina de farmacia te exige saber de otras muchas áreas: gerencia, RRHH, comunicación…
Entra un cliente en tu farmacia y te pide algo para esa tos que no se le va. Tú le escuchas, le preguntas si es seca o productiva, le ofreces la solución que crees que mejor le aliviará, le dices cada cuánto tiene que tomársela y le aconsejas que beba mucha agua para hidratar la garganta. Él se va, satisfecho. Tú te quedas, satisfecho también. Su satisfacción es la tuya.
Para la mayoría de la gente, ser farmacéutico es básicamente esto. Dispensar medicamentos y dar consejos de salud. Pero los que estáis detrás del mostrador llevando el negocio, sabéis que esta definición se queda no corta, sino cortísima. Ser farmacéutico es mucho, muchísimo más.
EN EL MOSTRADOR
Lo sabes muy bien. Las tareas propias de una oficina de farmacia incluyen:
- Dispensar medicamentos, informando de sus características y de su uso racional.
- Apoyar al médico en el seguimiento fármaco-terapéutico del paciente.
- Fomentar hábitos de vida saludables a la población para mejorar su salud y prevenir enfermedades.
- Vender productos de parafarmacia, atendiendo a las demandas del usuario y ofreciéndole la información relacionada.
Nadie os contó en la facultad los “extras” del día a día en una jornada de farmacia, y es que vuestra labor va mucho más allá de la dispensación de medicamentos. Aun sin estar formados de ello, todas estas responsabilidades las hacéis con esmero y dedicación.
EN LA TRASTIENDA
- Gestión
Una farmacia es una pequeña empresa y debes gestionarla para que sea rentable. Las tareas de gestión incluyen…
- Hacer estudios de viabilidad de productos, de planificación, de comercialización y de gestión de stocks.
- Realizar tareas administrativas propias de una empresa a partir de la documentación generada en la farmacia.
- Tramitarla facturación de recetas mediante aplicaciones y programas informáticos.
- RRHH
Tú eres el capitán, pero tu farmacia es lo que es, también, gracias a tu tripulación. De su profesionalidad, esfuerzo, pro-actividad y motivación ¡dependerá el buen rumbo del negocio! Gestionar los aspectos relacionados con ellos también es parte de tu trabajo:
- Contratación de personal y cumplimiento de las obligaciones derivadas de las relaciones laborales, según la legislación vigente.
- Organización de horarios y turnos de trabajo.
- Motivación y formación continúa del equipo humano que trabaja en la farmacia.
- Liderazgo de un equipo de personas, cada una de ellas con habilidades y características distintas.
LA MILLA EXTRA
Dar la Milla Extra es dar o hacer más de lo que se supone que se tiene que dar o hacer. Este es el verdadero secreto del éxito. Y es que ya se sabe… quien siembra, ¡recoge!
- Asesoramiento psicológico
Es crucial vuestro apoyo psicológico a los pacientes y usuarios, sabiendo mantener siempre la discreción, al tiempo de un trato educado y de respeto a la persona.
- Publicidad, marketing y servicios de fidelización a clientes
Hoy en día, promover tu farmacia y fidelizar a tus clientes es casi tan importante como dar un buen servicio:
- Conoce las necesidades de los pacientes y usuarios, para saber ofrecer lo que demandan.
- Estate al día de las nuevas tendencias y haz un seguimiento de la competencia para tratar de diferenciarte.
- Conoce y utiliza bases de datos y otras herramientas para realizar estrategias de fidelización.
- Ten una visión comercial y enfoca la farmacia como un espacio de salud y no sólo de venta de medicamentos, donde las personas vengan porque quieren mantenerse saludables, y no solo porque estén enfermos.
