Empecemos por lo básico diferenciando entre negocio y marca. Un negocio es eso que tú has construido durante años: una farmacia donde vendes diferentes productos y dispones de servicios que ofrecer a tus clientes y pacientes.
Una marca es diferente, es como tu sello. Es algo que tienes tú y que no tienen los demás. Es por lo que los clientes van a saber reconocerte y distinguirte de otros. Habla de ti, de quién eres, de qué haces y de qué no.
Además, una marca refleja unos valores y conlleva unas emociones que nos unen con el consumidor de alguna manera. Ejemplos de ello podrían ser Aspirina, Dalsy, Apiretal … Estas no dejan de ser marcas que has aprendido con el paso de los años y que sus propietarios se han encargado de crearte la semillita en la cabeza poco a poco gracias a estrategias de marketing de las que tú no has sido consciente. Y, por supuesto, unidas a unas emociones específicas, o ¿el Dalsy y el Apiretal no te evocan a recuerdos de tu infancia? Podrías decirme hasta el sabor y el color de cada uno de ellos.
Pues eso es una marca. Tú eres una farmacia (negocio) que vendes esas marcas, pero lo interesante es que tú seas una marca y crees esa semilla poco a poco en la mente de los clientes para que quieran consumir solo y exclusivamente tu producto con el nombre comercial que hayas decidido. Algo que dentro de nuestro sector parece muy complejo e incluso lejano, aunque en otros sectores esté muy establecido.
Beneficios de una marca propia de farmacia
Como ya te hemos comentado anteriormente te otorgará exclusividad. Es decir, al venderse únicamente en tu farmacia hará que tus clientes acudan a ella para poder adquirir el producto.
Por otro lado, le dará coherencia visual a tu farmacia, ya que otra de sus funciones es completar la identidad de marca haciendo que los lineales de la farmacia queden mucho más armónicos.
¿Qué pasos dar para crear tu marca propia?
Para conseguir todo lo anterior debes de seguir una serie de pasos:
- Es imprescindible contactar con un laboratorio de confianza que te dé la posibilidad de generar un diseño único para tu farmacia. Es decir, que puedas diseñar su packaging, elegir los colores, la tipografía, etc., en consonancia con la marca corporativa de tu farmacia.
- A la hora de elegir los productos de la gama que vamos a ofrecer, lo haremos según tu tipo de cliente y de la geolocalización de la farmacia. Imagínate que tu negocio se encuentra en un vecindario donde la población es mayormente de familias jóvenes con hijos pequeños y de mujeres de unos 28 a 45 años (más o menos). De ser así crearemos una gama pediátrica y otra de dermocosmética, buscando atraer a ese cliente y atender a sus necesidades.
- Tendremos muy presente a nuestra competencia a la hora de generar nuestra marca para saber si otros están haciendo lo mismo que nosotros o ver qué servicios están dando. De esta manera podremos ofrecer un valor añadido para diferenciarnos de ellos.
- Estaremos atentos a las tendencias, para conocer como se está moviendo el mercado y qué demanda nuestro cliente.
- Debemos de crear una marca que sea coherente y consistente en el tiempo. Es decir, que ni la identidad visual, ni sus valores, ni su misión o su imagen vayan cambiando de forma excesiva. Por tanto, es imprescindible que tengan un branding sólido y consistente en todos los soportes corporativos de la marca.
- No hay fidelización sin una buena estrategia de marketing detrás y que inviertas en ello para hacer que tus clientes solo quieren tu producto y acudan a tu farmacia siempre a por él, es un acierto.
Recuerda que una marca bien reconocida se queda en la mente de los clientes como una semillita y además aporta un valor diferencial a tu farmacia.
