Comenzado el curso escolar en todas las comunidades autónomas, nos enfrentamos a un momento clave, el regreso al cole de forma segura, para evitar nuevos rebrotes por Covid-19. Hay una gran incertidumbre entre los padres, madres y tutores sobre cómo prevenir los contagios múltiples que se puedan dar dentro de los colegios.
El Consejo General de Enfermería nos facilita 17 normas para poder llevar a cabo este comienzo de curso con total seguridad. Y destaca el papel de las enfermeras escolares, como figura clave para prevenir y detectar posibles casos de Covid-19. Hay que intentar por todos los medios que los centros educativos no se conviertan en foco de contagio.
Hay que mencionar, que el papel de enfermera escolar es una figura normalizada en numerosos países, pero en España no existe.
Se considera a la enfermera escolar un profesional ideal en el momento en el que vivimos, una pandemia global. Es la profesional sanitaria que podrá detectar síntomas y signos de contagio, tanto en alumnos como en docentes. Ya no sólo se le da importancia a la salud de nuestros menores, sino a la del personal conviviente con estos menores, y en caso de contagio o cuarentena, como afectaría a la actividad laboral de los padres, y a la economía en general. Eso sí, hay que hacer hincapié, en la diferencia de medidas a adoptar dependiendo de las edades de los escolares, ya que no es lo mismo tratar con menores de 0 a 6 años, que con adolescentes.
Hay tres planteamientos constantes para evitar los contagios, uso de mascarilla, higiene de manos y distanciamiento social. Hay que tener en cuenta que hay momentos en los que todo no se puede llevar a cabo, por lo que habrá que implementar nuevas medidas, como la ventilación de las aulas, u otras medidas seguras que puedan surgir.
Otro punto destacable son los posibles positivos, junto a las reglas de prevención también hay que poner en funcionamiento un protocolo de actuación frente a posibles casos positivos. El posible caso positivo será trasladado a una sala de aislamiento, donde la enfermera escolar inspeccionará al menor, y dependiendo de los resultados, se trasladará la información a los servicios sanitarios que corresponda y a los familiares. Por todo ello, el papel de la enfermera escolar es primordial en la situación sanitaria que vivimos.
Finalmente, y no menos importante, hay que concienciar y enseñar a la población escolar, no se puede permitir que un contagio o posible contagio, lleve implícito un estigma para esos menores. Con ese objetivo, se hace necesario, que estas profesionales lleven a cabo tareas de educación en el área de la salud.
La comunidad educativa debe disponer de toda la información y formación necesaria, mantenerla actualizada y difundirla.
