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El farmacéutico comunitario, un aliado en la seguridad del paciente

La seguridad del paciente no es otra cosa que velar por el correcto uso de los medicamentos, maximizando sus bene­ficios y reduciendo al mínimo los posibles riesgos.

Si uno se para a pensar que cada proceso o cadena de procesos es siempre susceptible de errores, se dará cuenta de la importancia que tiene fomentar una cultura de seguridad en la que se intente aprender de los errores y reducirlos al máximo, teniendo en cuenta que, al ­ nal, detrás de cada paciente y cada patología hay una persona que lo está pasando mal, y espera siempre la mejor atención posible por parte de los profesionales sanitarios.

El aumento de la esperanza de vida lleva emparejado un incremento de la prevalencia de enfermedades crónicas y un importante aumento en las prescripciones de medicamentos, lo que da lugar a un aumento del consumo de fármacos para el tratamiento y la prevención de dichas enfermedades.

Optimización

La seguridad del paciente se traduce pues, en optimizar la calidad asistencial durante la prestación de los servicios sanitarios, tratando de reducir al máximo los potenciales errores e incidentes que puedan provocar una atención poco segura.

Entre los diferentes servicios que se han ido inaugurando durante los últimos años, se encuentra la posibilidad de recibir el medicamento en apenas dos horas, buscando siempre la máxima comodidad al consumidor. Además, en el caso de los pedidos menos urgentes, también es posible utilizar el click & collect, en el que el consumidor lleva a cabo el pedido a través de internet y lo recoge de una manera cómoda en la farmacia. Sin esperas.

Más servicios añadidos

Además de lo mencionado previamente, no podemos olvidar la implantación de software que permiten integrar programas de control de colesterol, ayudando a los usuarios a controlar sus niveles tanto del propio colesterol como de triglicéridos.

Además de haber añadido herramientas de análisis de cabello y de piel con el objetivo de poder realizar un diagnóstico completo al cliente y poder aconsejar tratamientos de forma 100% personalizada y, sobre todo, efectiva.

La importancia de la comunicación

Históricamente, el comercio electrónico se ha tenido que enfrentar a diferentes escenarios para ofrecer a sus clientes la experiencia de usuario que éstos necesitan, replicando la misma metodología que existe en los entornos físicos. Algunas farmacias ofrecen su servicio de atención a través de WhatsApp, imprimiendo un carácter instantáneo al flujo de sus comunicaciones.

Además, a través del lanzamiento de su aplicación, sus clientes pueden descargar sus pedidos de una forma cómoda y establecer una línea de contacto directa con la farmacia. Apostando por la omnicanalidad como el futuro de las farmacias.

El farmacéutico tiene un papel activo en la seguridad del paciente lo sepa o no: trabaja con los pacientes y con sus medicamentos, los conoce, sabe qué patologías tienen, conoce a sus familiares y los ve casi a diario. Ello no indica que no sea necesario un papel aún más proactivo por parte del farmacéutico, y que este conozca la importancia y los riesgos a los que se puede someter un paciente. Conociendo los riesgos es más fácil poder prevenirlos, o bien actuar de una manera temprana. Lo importante es que los profesionales farmacéuticos sean conscientes de que estos errores pueden producirse en cualquier momento, y es necesario que estén preparados para ello. También es necesario que se disponga de un mayor número de herramientas para poder solucionarlos, porque sin herramientas para poder actuar, el profesional no tiene competencias.

En la práctica diaria se producen muchos errores que acaban con o sin daño al paciente, pero no siempre se toman medidas para subsanar que ese error pueda volver a producirse. Y hablar de errores no solamente supone detectar posibles errores en una prescripción médica, sino que puede implicar errores en la preparación de un Sistema Personalizado de Dosi­ficación, errores en la formulación de un medicamento individualizado o errores en la toma de la presión arterial en farmacia comunitaria.

Errar es humano, y muchas veces los errores son errores latentes del sistema o de la cadena de procesos que son precipitados en última instancia por un profesional. Por ello, se debe poner el énfasis en la oportunidad de mejora y en optimizar el sistema, más allá de perseguir punitivamente a la persona que acabó precipitando el error en cuestión.

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