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El cuidado de las personas con alzhéimer y el rol de la farmacia comunitaria

13 octubre 2021 No Comments

El Alzheimer es una enfermedad degenerativa que afecta a las células nerviosas del cerebro y supone la primera causa de discapacidad. Se calcula que afecta a más de 40 millones de personas en el planeta y, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), a unas 800.000 personas en España.

La farmacia comunitaria, como agente sociosanitario y gracias a su red de alta capilaridad con una gran cercanía a casi toda la población, puede desempeñar un papel muy relevante en el abordaje del Alzheimer, y convertirse en aliada de las personas cuidadoras.

Hablamos de una enfermedad lenta e incapacitante que afecta al desempeño de las tareas más básicas y cotidianas del día a día, y puede resultar extremadamente frustrante y dolorosa tanto para el paciente como para sus allegados. Estar a cargo de una persona con enfermedad de Alzheimer supone una gran responsabilidad para el cuidador o cuidadora.

Pautas para el cuidado de las personas con Alzheimer

Se ofrecen una serie de pautas y recomendaciones para facilitar la tarea de los cuidadores.

  • Crear una rutina diaria. Mantener un orden en la localización de los objetos cotidianos, establecer horarios para comidas y para las tareas diarias.
  • Crear un ambiente tranquilo e identificable para el paciente.
  • Ejercicios de concentración y activación de la memoria.
  • Mantener una dieta equilibrada y vigilar una posible pérdida de peso.

Intervención de la farmacia comunitaria en el Alzheimer

Por otro lado, la oficina de farmacia se encuentra en una posición de gran valor para participar en el abordaje y en la mejora de la calidad de vida de los pacientes.

  • Mejorar la adherencia al tratamiento con soluciones específicas como los SPD (Sistemas Personalizados de Dosificación).
  • En caso de disfagia, buscar fórmulas para facilitar la ingesta de los fármacos, sin contradecir las indicaciones del prospecto.
  • Mantener comunicación con el equipo médico del paciente, y estar al tanto de sus medicamentos recetados para evitar posibles interacciones.
  • Contribución a la detección del deterioro cognitivo. Con un entrenamiento adecuado que les ayude a identificar las señales del deterioro cognitivo leve, los profesionales de la farmacia pueden contribuir al diagnóstico precoz, previa derivación al médico.
  • Información y sensibilización. Además de incidir a nivel particular en su actividad profesional, la farmacia comunitaria tiene un gran poder de concienciación y desempeña un rol muy valioso a la hora de informar sobre la enfermedad y participar en las distintas campañas de concienciación.

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