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Adherencia terapéutica y el papel del farmacéutico

16 noviembre 2021 No Comments

La Farmacia Comunitaria en general y el farmacéutico comunitario en particular, están evolucionando hacia el desarrollo de Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales (SPFA), entre los que se encuentra la adherencia terapéutica.

¿Qué es la adherencia terapéutica?

Según un informe de la OMS, la adherencia terapéutica es: “el grado en que el comportamiento de una persona (tomar el medicamento, seguir un régimen alimentario y ejecutar cambios en el estilo de vida) se corresponde con las recomendaciones acordadas de un prestador de asistencia sanitaria”. Es un concepto diferente al del cumplimiento; la diferencia principal es que la adherencia requiere el consentimiento del paciente con las recomendaciones recibidas, y expresa una coordinación entre el profesional sanitario y el paciente en la toma de decisiones que afectan a su propia salud.

Asimismo, desde el punto de vista de los Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales, la adherencia terapéutica es el servicio en el que el farmacéutico, mediante su intervención, colabora activamente con el paciente para que, de forma voluntaria, siga las recomendaciones del agente sanitario en relación con el adecuado proceso de uso de los medicamentos y productos de salud, con los hábitos higiénico-dietéticos y/o con el estilo de vida, para conseguir los resultados esperados en la salud del paciente. El procedimiento de este Servicio ha sido definido y protocolizado en la guía práctica publicada por Foro AF-FC.

La adherencia terapéutica incluye tanto el comportamiento de los pacientes en relación con sus tratamientos farmacológicos como el seguimiento de las recomendaciones higiénico-dietéticas o la adopción de cambios de estilos de vida en los pacientes. Esta adherencia al tratamiento es fundamental para la recuperación y el mantenimiento de la salud del paciente, aun cuando la relación entre la adherencia al tratamiento y evolución del estado de salud es extremadamente compleja.

El problema de la falta de adherencia terapéutica

La OMS considera la falta de adherencia a los tratamientos crónicos y sus consecuencias negativas clínicas y económicas un tema prioritario de salud pública. Según el informe de la OMS en 2003, aproximadamente el 50% de los pacientes con enfermedades crónicas no son adherentes a sus medicamentos. Por ejemplo, en España, más de la mitad de los pacientes con enfermedades crónicas no cumplen adecuadamente el tratamiento prescrito.

Además, la falta de adherencia al tratamiento farmacológico crónico constituye un problema de salud pública muy prevalente, ya que debido al aumento de la esperanza de vida de la población, se prevé que este problema continúe incrementándose.

En las enfermedades crónicas, después de 6 meses de haber comenzado un tratamiento, entre el 30% y el 80% de los pacientes deja de tomar la medicación. Por otro lado, el nivel de adherencia varía dependiendo del tipo de tratamiento. La tasa más alta se da en los tratamientos que actúan directamente sobre los síntomas de la enfermedad (analgésicos, antiinflamatorios, etc.), y especialmente en los cuadros clínicos de comienzo agudo. Por el contrario, los niveles más bajos de adherencia corresponden a enfermedades crónicas que no producen síntomas o que no plantean un riesgo grave, sino que implican cambios en el estilo de vida.

En España, la falta de adherencia terapéutica es actualmente un gran problema económico y sanitario para los sistemas sanitarios y requiere un servicio específico que ha demostrado, por algunos proyectos llevados a cabo hasta el momento, un impacto beneficioso en la salud del paciente al ayudarle a cumplir con los tratamientos prescritos.

El papel del farmacéutico en la adherencia terapéutica

El farmacéutico comunitario, como parte del Sistema Nacional de Salud, comparte con los pacientes, otros profesionales de la salud y las autoridades sanitarias, la misión de garantizar el uso seguro, efectivo y eficiente de los medicamentos. En este entorno multidisciplinar, el farmacéutico ha de aportar conocimientos y habilidades específicas para mejorar la calidad de vida de los pacientes en relación con la farmacoterapia y sus objetivos, ya que es el profesional responsable de la dispensación de medicamentos y el último eslabón en la cadena sanitaria accesible al paciente.

El farmacéutico comunitario contribuye al uso racional y adecuado de los medicamentos, ya que la necesidad, efectividad y seguridad de los mismos no dependen exclusivamente de su alta calidad de fabricación. Así, el farmacéutico, en colaboración con el paciente y con otros profesionales sanitarios, puede intervenir sobre los problemas relacionados con la falta de adherencia de manera protocolizada e individualizada. La intervención farmacéutica es una herramienta útil para detectar y corregir errores e incrementar la adherencia terapéutica.

La adherencia al tratamiento por parte de los pacientes crónicos es, por tanto, uno de los problemas actuales que requiere de una solución urgente de cara a revertir las implicaciones tanto económicas como sanitarias que conlleva. El papel de los farmacéuticos comunitarios en este sentido resulta clave, al suponer un eslabón fundamental del personal sanitario para la mejora de la adherencia terapéutica, gracias a su cercanía y contacto directo con el paciente.

En las enfermedades crónicas, después de 6 meses de haber comenzado un tratamiento, entre el 30% y el 80% de los pacientes deja de tomar la medicación. Por otro lado, el nivel de adherencia varía dependiendo del tipo de tratamiento. La tasa más alta se da en los tratamientos que actúan directamente sobre los síntomas de la enfermedad (analgésicos, antiinflamatorios, etc.), y especialmente en los cuadros clínicos de comienzo agudo. Por el contrario, los niveles más bajos de adherencia corresponden a enfermedades crónicas que no producen síntomas o que no plantean un riesgo grave, sino que implican cambios en el estilo de vida.

En España, la falta de adherencia terapéutica es actualmente un gran problema económico y sanitario para los sistemas sanitarios y requiere un servicio específico que ha demostrado, por algunos proyectos llevados a cabo hasta el momento, un impacto beneficioso en la salud del paciente al ayudarle a cumplir con los tratamientos prescritos.

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